Ejercicios Espirituales: Arraigados y audaces

Ejercicios Espirituales: Arraigados y audaces

Loja 3-6 de Diciembre de 2021

Durante estos días de diciembre, varios jóvenes de diferentes posiciones de la provincia han participado de los Ejercicios Espirituales bajo el lema «Arraigados y Audaces«.

Todos han podido vivir una experiencia de fe, silencio y encuentro. Aquí podéis leer los frutos de todos los participantes.

 

Testimonio de los participantes

CAROL (Las Palmas de Gran Canaria)

“Siembra tu semilla y deja que crezca desde lo que Dios te dice en el silencio”.

JUANFRI (Las Palmas de Gran Canaria)

“De los Ejercicios Espirituales me quedo con la importancia del silencio, el aprender a través del mismo a orar y conversar con Dios. Siendo una pieza clave en nuestra relación directa con Él, para seguir creciendo en nuestro ser cristiano”.

BORJA (Las Palmas de Gran Canaria)

“Una oportunidad para escapar del ruido, hacer silencio y escuchar a Dios que habla a través de él. Una oportunidad para frenar, mirar tus raíces y apuntar, con audacia, hacia donde Él quiere que lo hagamos”.

JULIA (Tenerife)

“Los ejercicios me han servido mucho para hacer una pausa necesaria en medio del ajetreo de la vida y dejar hablar a Dios. Precisamente, lo que más me llevo es cómo hacer un discernimiento, es decir, cómo escuchar a Dios, como saber si lo que pensamos o sentimos viene de Él. Para ello debemos preguntas: ¿Lo que pienso o siento me hace olvidarme de Dios o asilarme de los demás? Si es así, ya sabemos que no proviene de Dios, y es que lo importante no es que nuestros pensamientos y sentimientos sobre algo coincidan, sino que nos acerquen a Dios y a los demás”.

MARIA (Tenerife)

“De los Ejercicios Espirituales me quedan muchas cosas. El aprendizaje sobre la necesidad de Dios en mi vida diaria, el crecimiento personal. También me di cuenta de muchas heridas y las voy curando poco a poco con ayuda de Dios, finalmente me di cuenta de todas las personas que me rodean y que me han llevado al Señor y he creado el nuevo hábito de rezar por cada una de ellas”.

GARA (Tenerife)

“Por muy lejos que nos vayamos de Dios, siempre debemos volver, Él nos espera con los brazos abiertos y su corazón disponible para que echemos las raíces de nuestra vida. Estos ejercicios han sido un parón necesario en las prisas de mi día a día y ha dado sus frutos, ahora toca cuidarlos”.

LUCIANO (Granada)

“Para mí, los Ejercicios Espirituales fue una vuelta al silencio y a la escucha de un Dios que está en lo íntimo de mi vida, y desde ahí, enraizado en Él, arriesgar todo en su anuncio”.

BELÉN (Granada)

“De los ejercicios espirituales me llevo paz y conexión con Dios, con el hermano y conmigo misma a través del silencio interno y externo. Desconectar, para conectar”.

 JOSÉ ANDRÉS (Granada)

“Estos ejercicios espirituales han sido remanso de paz, momento de volver a recordar de dónde vengo y dejar que Dios me acompañe hacia donde voy. Me he dejado mirar por ese Dios Espíritu que tan bueno hace en mi”.

SAMU AB (Granada)

“Silencio, mira tu vida con amor y constrúyela desde lo que tú eres y sobre todo desde el Amor. Decidido a seguir respondiendo Sí a la llamada de Dios de ser Misionero claretiano”.

NAING (Granada)

“Ha sido un encuentro significativo en el camino de mi fe. Fue una Gracia de Dios poder vivir y compartir, en el ámbito del silencio, mi fe con los jóvenes y vice versa. Los ejercicios espirituales me han reforzado un poco más en el camino de seguir formándome como misionero orante”.

JUAN RAMIREZ (Málaga)

«Buscarlo desde tus raíces para conocerte y conocerlo, aprendiendo a discernir teniéndolo presente a Él».

ALBERTO MANCEBO (Sevilla)

«Sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece» Esta frase resume la experiencia de mis ejercicios. Es para mí una invitación a dejarme hacer crecer por Dios, aunque no sepa cómo, en qué momento o por qué. Como herramienta: el silencio. Pero un silencio en el que sólo yo estoy callado, para que Dios hable.

CARLOS RUBIÑO (Sevilla).

“Gracias a los Ejercicios Espirituales he logrado resolver dudas que tenía mediante el silencio y la soledad, porque en el silencio está la respuesta, y la respuesta es Dios”.

CARMEN TAMAYO (Sevilla)

“Sin darme cuenta había caído en una rutina en la que pensaba que Dios tenía su lugar, que Él era mi centro. Ahora, tras los ejercicios, he comprendido que quiero cada día elegirle a Él, vivir con y desde Él. Caer en la rutina hace que se pierda la magia. Ahora hago de cada día un día nuevo”.

Gracias por seguir arraigando vuestra vida y fe en Dios. Gracias por querer seguir cuidando, con audacia los frutos de vuestra oración, silencio y reflexión en vuestra vida de cada día